Síndrome de abstinencia

Notaba la arena caliente entre los dedos de mis pies, estaba ardiendo. No obstante, no hacía demasiado calor. La brisa que llegaba del mar refrescaba mucho el ambiente. Le dí otro sorbo al granizado de leche merengada que acababa de comprar en el chiringuito. La música sonaba a todo volumen en mi iPod, aquel solo de guitarra era alucinante. Cerré los ojos para disfrutar del momento.

Tengo mono de verano, necesito ya su calor, su libertad, las ganas locas de pasarlo bien y de olvidarme de todo. Qué tendrá el verano, que te hace ser feliz, beberte los instantes y saborear la felicidad en estado puro. Tiene alguna sustancia como la nicotina, lo que te mantiene viva, una inyección de adrenalina.